viernes, 20 de marzo de 2009

Imaginaba

Esta mañana mientras mojaba la tercera galleta en el café del desayuno me he preguntado cómo podía ir a trabajar hoy. Vivo lo suficientemente lejos como para que ir andando no sea una posibilidad. Las alternativas que he encontrado han sido dos: en mi coche o en el de mi mujer, ya que coincidía que ella no lo iba a necesitar hoy. El recorrido del autobús municipal no me soluciona el desplazamiento, ya que además de tener que hacer un transbordo, me llevaría una hora un recorrido que habitualmente hago en no más de doce minutos.
Con la siguiente galleta he empezado a imaginar, ha debido ser porque no estaba todavía del todo despierto y me encontraba en esa fase en la que la realidad y los sueños se confunden. Imaginaba que podía pasear unos metros hasta el nuevo Boulevard y coger un bonito tranvía que me llevara hasta mi destino, equiparando a nuestra ciudad con otras como Amsterdam, Budapest o Praga.
No ha quedado ahí la cosa, con la quinta galleta me he visto acercándome al Paseo de la Isla y cogiendo un moderno metro que me haría sentir tan importante como los habitantes de Madrid, Londres o Paris.
No sé si porque desde pequeñito he sido muy imaginativo o porque a pesar de tener otra galleta en la mano me había quedado profundamente dormido, de repente he visto que el cauce del Arlanzón era navegable desde Capiscol hasta la Milanera, y que no teníamos nada que envidiar a Venecia y sus gondoleros. Imaginaba un desplazamiento en una pequeña barquita, pasando por debajo del puente de Santa María, viendo el Espolón , el Teatro Principal,….
De repente se me ha caído la galleta en el café y me he manchado la camisa. He tenido que cambiarme y coger corriendo el coche para llegar puntual a la oficina. No me queda otra opción mientras no cambien el recorrido del autobús o me cambie yo de casa, que para cambiar de empleo no es buen momento tal y como están las cosas. De todas formas, seguiré mojando mi imaginación en el desayuno, que a veces, sólo a veces, los sueños se convierten en realidad.

viernes, 13 de marzo de 2009

el rey en burgos

Contento estoy de que los Reyes vinieran a Burgos. No es que sea yo muy monárquico, pero sí bastante juancarlista, vamos, que me cae bien este rey que nos ha tocado. Por eso, me parece bien que salgan a recorrer la geografía española, que Madrid ya lo tienen que tener muy visto.
No estoy seguro de cómo llegaron a Burgos, pero espero que vinieran en helicóptero y aterrizaran en la Deportiva, como otras veces. Lo digo porque el resto de alternativas no son muy recomendables: si vienen en coche, además del tráfico y los baches de la N-1, se encontrarían con el nudo del Landa, que lleva en obras más años que el Madrid sin ganar la Copa de Europa; en avión no compensa ya que tarda lo mismo de Madrid a Burgos que del aeropuerto al centro, y además a ver si se va a equivocar el piloto de pista y la montamos; en tren, uff, en tren tienen que salir el día anterior para llegar después de recorrer media España y al llegar igual se nos constipa en la estación del frío.
Pero bueno, vinieron y la gente salió a la calle a verles, creo que no soy el único al que le caen bien. Para llenar el día y como no pudimos enseñarles el boulevard, ni el Museo de la Evolución ni el Auditorium, ni el nuevo pabellón arena, ni tantas otras cosas que no están acabadas, ni empezadas algunas, les llevaron a ver el Museo de Telas de Las Huelgas, magnífico, por cierto, y poco más.
Sólo espero que viva muchos años más nuestro Rey para que así pueda seguir viniendo a Burgos, en tren rápido y por Aranda a ser posible, y le enseñemos lo bien que ha quedado el Boulevard, le llevemos a un Museo de la Evolución repleto de visitantes y le mostremos todos los avances de esta nuestra querida ciudad, que ya va siendo hora.

enhorabuena y suerte

¿Qué le dirías a alguien que llega al mundo en este momento? La pregunta central de la nueva campaña de publicidad de una conocida marca de refrescos me impactó desde la primera vez que la escuché. Me paré un minuto, intenté construir una buena contestación pero no venían a mi cabeza más que pensamientos negativos: tres millones y medio de parados en España, crisis económica mundial, guerras abiertas en diversos frentes, cambio climático,… Ante mi incapacidad para responder empecé a preguntar a todos aquellos que tenía a mi alrededor, familia, amigos, vecinos, compañeros de trabajo y casi a la gente con la que me cruzaba por la calle. Muchos dudaban al responder, otros intentaban construir una respuesta agradable o bonita, como si creyeran que yo la iba a incluir en la campaña, bastantes daban una respuesta negativa, fruto del clima de pesimismo existente en la actualidad.
De repente la fortuna hizo que encontrara la respuesta correcta, o al menos mi respuesta correcta. En una charla a la que tuve ocasión de asistir con Jose Luis Olaizola, magnífico escritor y mejor persona me atreví a hacerle la misma pregunta que a otros tantos previamente, y ahí estaba la respuesta. Con su gran carga de humanidad aseguró que él le diría que enhorabuena, que adelante, que la vida es lo más bonito que tenemos y que lo importante es nacer y vivir, que da igual el momento y el lugar. Desde que le escuché, he dejado de preguntar. Ya tengo la respuesta. Yo también le diría al recién nacido: Enhorabuena……y suerte.